sábado, 18 de agosto de 2007

REFORMA CONSTITUCIONAL

Link a la Reforma Constitucional en: http://archivos.minci.gob.ve/doc/reforma_constitucional_final.doc

SINTESIS DE II ASAMBLEA DEL BATALLON SOCIALISTA Nº 12

BATALLON SOCIALISTA Nº 12 MUNICIPIO ANACO
 

SINTESIS DE II ASAMBLEA DEL BATALLON SOCILISTA Nº 12


·          En un primer punto se organizo el equipo de convocatoria y se asigno a cada integrante del batallón el compromiso de traer a la próxima asamblea a 5 aspirantes a militantes.


Se propondrá a la comisión municipal la reestructuración de los sectores que integran el batallón nº 12, proponiendo Campo Sur, La Orquídea, Módulos de Campo Rojo, Campo Rojo viejo, Campo Medico, Campo Norte, Aguaclara, Cantarrana y Canta Claro.

·         Emitir la correspondiente solicitud ante PDVSA y la comisión municipal, para definir un ambiente para la realización de las asambleas.

 

·          Conformación de la primera mesa de trabajo:

 
Dos relatores:

-        Marisol Castro

-        Dilia Mayorga

 
Un director de debates:

-        Daniel Rodriguez
 

·          Discusión del Perfil del Militante:

 

-        Persona desprendida, humilde desde el punto de vista social, objetivo y muy autocritico.

-        No pertenecer a ninguna militancia partidista.

-        Honesto con solvencia moral, comprometido, responsable con la causa, ser un luchador social.

 

·          Discusión sobre la evolución histórica del Socialismo y su aplicación en Venezuela.

 

·          Propuesta acerca de lo que debe ser el PSUV:

 

-        Educar, formar a los militantes sobre lo que fue el socialismo antes, sus errores, y lo que se desea implementar en Venezuela, un nuevo socialismo.

-        Que sea un partido progresista.

-        El surgimiento del Socialismo Científico como base fundamental.

-        Propuesta del enlace por vía Internet, para la amplitud del batallón.

 

·          Puntos a discutir en la próxima asamblea:

 

-        El ALBA.

-        Estructura del PSUV.

-        Formación del Militante.

_______________________________________________________________________________________________________

Sectores que lo integran: Campo Sur, Canta Claro, Canta Rana, Carmen Isabel y Aguaclara. Anaco, Edo. Anzoátegui – Pagina web: www.psuv-anaco.blogspot.com


martes, 14 de agosto de 2007

EL CARÁCTER Y LAS FASES DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

EL CARÁCTER Y LAS FASES DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
LA DISCUSIÓN EN EL PSUV

AGUSTÍN CALZADILLA

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es el
proyecto político de la Nación y, además, un instrumento revolucionario
que permite profundizar la revolución a partir de sus postulados
fundamentales: la soberanía popular intransferible y la participación y
el protagonismo popular así como del conocimiento y manejo de nuestra
historia contemporánea y las relaciones de poder entre las clases en
conflicto a fin de precisar acertadamente las fases, tareas u objetivos
a ejecutar, las formas de lucha y de organización que en su conjunto
habrán de conducirnos al socialismo bolivariano del siglo XXI. En
consecuencia, hay que conocer nuestro pasado para comprender el presente
y así poder construir un futuro de plena felicidad para esta y las nuevas
generaciones.

Determinar el carácter de una revolución es precisar qué naturaleza
asume el proceso de cambios sociales en un contexto histórico de lucha de
clases, es decir, qué tipo de revolución tenemos planteada. Así podemos
hablar de revoluciones liberal-burguesas, de liberación nacional,
antiimperialistas, y de revoluciones socialistas.

El carácter que asume una revolución lo determina el grado de
desarrollo de las fuerzas productivas y la correlación de fuerzas o
relaciones de poder existentes en cada coyuntura en particular. Sólo así
podremos determinar qué tipo de sociedad vamos a construir una vez
superada las viejas estructuras de poder y de las relaciones sociales de
producción. Se señala con claridad quién es el enemigo principal, qué
sectores podemos ganar para nuestra causa, quiénes pueden ser
neutralizados, cuál debe ser nuestra política de alianzas tanto en lo
interno como en lo externo, etc. He ahí la importancia de determinar el
carácter de una revolución en marcha en sus aspectos objetivos y
subjetivos.


En este sentido, hemos visualizado tres fases ininterrumpidas e
interrelacionadas: el proyecto democrático nacional, la transición, o
proyecto democrático social revolucionario y el proyecto estratégico
socialista. Así, ante la ausencia de una burguesía nacional con vocación
de patria que completara la revolución de carácter democrático-burguesa,
existen tareas pendientes desde el pasado siglo que son un pesado fardo
en los hombros de la joven Revolución, a saber: adelantar la reforma
agraria y el proceso de industrialización sustentable.


Podemos precisar, entonces, tres fases que resumen el carácter
programático antiimperialista y anticapitalista que asumió progresiva y
objetivamente la Revolución Bolivariana:


1. La democracia nacional popular que condujo, por su ejecución
consecuente, a un enfrentamiento con el imperialismo y la
oligarquía interna, tanto en lo nacional y regional como a escala
internacional. Se trata de la confrontación radical con el
capital monopólico y transnacional que hoy hegemoniza el imperio
estadounidense. No se trata de crear ilusiones con el desarrollo
de una supuesta burguesía nacional para que construya las bases
materiales de un futuro socialismo. Se trata de agrupar a todos
los sectores antiimperialistas que estén comprometidos con
nuestra revolución socialista. El papel del Estado revolucionario
en esta fase es determinante, dado el carácter petrolero de
nuestra economía.

2. La fase de transición, que, aunque no está desvinculada de la
primera, es clave a los efectos de avanzar hacia el socialismo
revolucionario. Esta fase de transición se caracteriza por jalonar hacia
una democracia social, revolucionaria, participativa y protagónica que
resuelva los problemas vitales del pueblo mediante la autogestión
protagónica del poder popular. Hacia allá hay que apuntar con
inteligencia y sin pausa. Particular estudio, evaluación y aplicación
amerita el Taller de Alto Nivel sobre Los 10 Objetivos Estratégicos o
Salto Adelante del presidente Hugo Chávez (Noviembre, 2004) de manera de
engranarlo con los últimos Siete Lineamientos Estratégicos, base del Plan
de Desarrollo Económico y Social 2007-2013, y los Cinco Motores
Constituyentes que trataremos más adelante.

La transición es un proceso necesario y en el cual nos
encontramos hoy. Implica la acumulación de fuerzas sociales y
políticas, la elevación del grado de conciencia revolucionaria
del pueblo y la construcción de un partido revolucionario que
permita la unidad de acción de una amplia mayoría de los
venezolanos y venezolanas. Es el momento revolucionario previo al
salto cualitativo al socialismo y una revolución supone, en mi
opinión, no sólo la toma del poder como tradicionalmente se dice.
El poder no es una cosa que se toma ¡No! Una revolución es la
construcción de una nueva hegemonía democrática, en la cual una
mayoría consciente y organizada comienza a ejercer directa e
intransferiblemente la soberanía o poder popular revolucionario y
a controlar la toma de decisiones fundamentales adoptada por los
órganos, o mejor, voceros administrativos, legislativos y
judiciales, etc., que fungen de representantes. No olvidemos que
nuestra democracia es participativa y protagónica. Pero hay que
agregar: sin una verdadera revolución cultural que subvierta
radicalmente la ideología y el sistema de valores capitalistas de
la vida cotidiana no podremos construir el socialismo,
permaneceremos en el estrecho marco del ritualismo reformista
subordinados a la lógica del capital: la explotación del hombre
por el hombre


En fin, hegemonía revolucionaria democrática supone consenso,
ganar la mayoría consciente, la conducción ético-político de la
sociedad y organizar la violencia popular legítima para enfrentar
la contrarrevolución en las distintas formas que asuma, externa o
internamente. Para ello es necesario conciencia revolucionaria,
organización del pueblo y unidad de acción del bloque
político-social favorable al cambio histórico. Como se sabe, la
contrarrevolución en Venezuela ha asumido la vía violenta y no va
a ceder en su propósito de recapturar el aparato estatal para
frenar el proceso de cambios y restaurar el viejo orden. Tenemos
el deber de derrotarla y reducirla a su mínima expresión al
tiempo que trabajamos por ganar la gran mayoría consciente del
pueblo en la consecución de nuestro objetivo histórico: el
socialismo revolucionario del siglo XXI.

3. El socialismo revolucionario. Es la meta en esta etapa histórica de
la humanidad. El punto de partida está en la propia Constitución:
soberanía popular intransferible y la participación y el protagonismo
popular. Esta es la clave para dar el salto cualitativo del capitalismo
al socialismo. Pero hay que ser consciente de que los objetivos
socialistas trascienden las concepciones socioeconómicas burguesas aún
presentes en las fases anteriores. Dado que trascender el capitalismo es
asumir la propiedad social y la gestión por el colectivo social de los
medios de producción fundamentales. Tal y como hemos dicho, con una
mayoría determinante del pueblo venezolano y el aislamiento y derrota de
los grupos neofascistas podríamos convocar, primero, una Reforma
Constitucional que hiciera los ajustes pertinentemente a nuestra
Constitución Bolivariana de 1999 y abriera las compuertas al socialismo
revolucionario en paz y democracia hasta donde sea posible...

Más adelante podríamos pensar en una Constituyente si el pueblo,
poder constituyente originario y permanente, así lo decide a objeto
de incorporar nuevas experiencias, profundizar y radicalizar nuestro
proceso bolivariano teniendo presente las relaciones de poder local,
regional y mundial.


A grandes rangos, la revolución bolivariana como proceso
político-ideológico de naturaleza democrática, ha tenido y tiene
planteados la resolución de los siguientes problemas fundamentales:

1) . Resolver la cuestión del control del poder. Luego de la
constituyente del 99, los revolucionarios asumen algunas posiciones de
importancia relativa en el aparato estatal. Pero no puede hablarse de
gobernabilidad en el sentido de un efectivo control del poder. Ese
período (2001-2003) estuvo signado por una marcada inestabilidad, dado
que la correlación de fuerzas revolución-contrarrevolución no era
determinante a favor de la revolución. Tanto es así que una combinación
contrarrevolucionaria de fuerzas internas patrocinadas por el
imperialismo lograron derrocar el gobierno legítimo de Hugo Chávez el 11
de abril de 2002, con la colaboración de la derecha infiltrada en las
filas patrióticas desde la constituyente (Miquilena y el generalato
traidor al juramento constitucional). Esta situación de inestabilidad se
prolonga entre diciembre de 2002 y 2003 con el golpe petrolero, las
guarimbas y la introducción de paramilitares con el criminal objetivo de
un nuevo asalto al poder para justificar el magnicidio. Derrotado el
golpe de abril y el paro-sabotaje de PDVSA por la alianza cívico-militar,
el gobierno comienza a tomar una serie de medidas que posteriormente van
a definir el rumbo antiimperialista de nuestro proceso.

Luego del referéndum revocatorio, ganado sobradamente por Chávez
y las fuerzas de la revolución, entramos en un nuevo período
(2004-2006) en cuanto a las relaciones de poder entre la
revolución y la contrarrevolución, favorable, progresivamente, a
la revolución bolivariana que va a consolidar sus posiciones de
poder con la reelección de 2006 del presidente Chávez con el 63%
de los votos y la subsiguiente confrontación interna y
desmoralización de la oposición, tanto de la golpista como
aquella que dice creer en una salida constitucional. Sin embargo,
esto no significa que la conspiración haya cesado. Su derrota aún
no es definitiva, el imperio ha seguido articulando las fuerzas
internas apátridas recalcitrantes con fuerte apoyo económico y
mediático.


2) Desmontar la vieja estructura de poder, representada por el
Estado Puntofijista aún incrustado en la esfera del poder público y
construir el nuevo Estado revolucionario comunal en el que el pueblo
soberano asuma el poder.


3)Transformación radical de la estructura económica y en general de
las relaciones de producción capitalista de explotación y
dominación, por las nuevas relaciones socialistas de colaboración y
solidaridad, sobre nuevas bases de propiedad social de los medios de
producción fundamentales. La propiedad privada debe garantizarse si
no proviene de la explotación del hombre por el hombre.


4)Resolver la cuestión de la hegemonía ideológica revolucionaria,
del necesario cambio cultural y del sistema de antivalores heredados
del capitalismo periférico dominante en nuestro País. Todo lo cual
conduce a la gran batalla de las ideas.